El Cyberpunk rompió la ciencia ficción. Arrastrándose a lo largo de la comercialización de internet, extrapoló la corrupción y la disfunción de su presente a un futuro brutal e interconectado que se mantuvo a solo un segundo. El Cyberpunk tenía una actitud que se negaba a ser domada, vestida con un estilo sin comparación. El resurgimiento muestra que poco ha cambiado desde su inicio, y eso ha dejado al cyberpunk incapaz de discutir nuestro futuro.
Ghost in the Shell recibió el tratamiento de acción en vivo en 2017. Un remake problemático de la adaptación de 1995. Algunos elogiaron su dirección artística para aumentar la fidelidad visual de los paisajes urbanos de anime de los años 80 y 90, pero el consenso general fue que la historia no aplicó el cuidado y la consideración hacia los cerebros humanos y los cuerpos sintéticos como Mamoru Oshii tenía más de 20 años antes. Unos meses más tarde llegó Blade Runner 2049, una secuela del clásico cyberpunk. Los críticos y los fanáticos lo elogiaron por los altos valores de producción, el esfuerzo artístico sincero y la dirección meticulosa. Sin embargo, algo había salido mal. El director Denis Villeneuve no pudo evitar la sensación de que estaba haciendo una película de época, no una sobre el futuro.
Bastante ha cambiado desde los años 80 que el cyberpunk necesita una reinvención. Nueva estética. Un vocabulario ampliado. Code 46 manejo esto hace años. Rechaza un fetiche por todas las cosas japonesas y abarca el dominio económico de China. Las conversaciones están en inglés y pronto están salpicadas de mandarín y español. La vida transcurre por la noche para evitar la luz del sol peligrosa, sin filtrar. Las corporaciones guían las decisiones del gobierno. La genética determina la libertad de movimiento e interacción. Los refugiados climáticos piden dejar sus pastizales de la autopista por la seguridad de las ciudades.
Code 46 es cyberpunk como se vio desde 2003, un futuro lógico que ahora también está desactualizado.
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Blade Runner estableció la apariencia, Neuromancer definió la voz del cyberpunk. La novela de debut de William Gibson se adelantó a la curva al reconocer que la computadora personal es una fuerza disruptiva cuando la Guerra Fría era la más amenazadora. "Lowlife and high-tech" significaba que las Magnetic Dog Sisters encabezaban un lugar de locos al otro lado de la calle desde un hotel cápsula donde los vaqueros de consola arrancan zaibatsus con su Ono Sendai Cyberdeck. Pero la visión de Gibson del futuro sería incompleta sin una absoluta desconfianza en el reaganismo:
"Si tuviera que armar una lista de agradecimiento verdaderamente esencial para las personas que más me permitieron escribir mis primeras seis novelas, tendría que deber tanto a Ronald Reagan como a Bill Gates o Lou Reed. La presidencia de Reagan puso su peso en mi distopía. Su presidencia fue la nueva camada para gatos que extendí para una tracción absolutamente crucial en el camino de hielo del futuro inexplorado. Su sonrisa fue la pesadilla en mi bolsillo trasero ". - William Gibson
"Fragmentos de una rosa de holograma" para Mona Lisa Overdrive es una década de trabajo creativo que estaba "cansada de América como futuro, el mundo como un monocultivo blanco". Sprawl es una trilogía cyberpunk donde las super potencias militares fracasaron y la tecnología dio a Japón el liderazgo de la aldea global. Luego, Gibson escribió Virtual Light y los lectores fueron testigos de la extrema desigualdad que empujó a la clase media a la economía del concierto, mientras las corporaciones planeaban beneficiarse de desastres naturales con tecnología patentada (algo muy actual por cierto).
Gibson sabía que la ciencia ficción que no le importaba absorbería al cyberpunk y domesticaría su "influencia disidente", por lo que el género podría permanecer sin cambios. "Punk" es el sufijo para los subgéneros emergentes que quieren parecer subversivos al tiempo que representan una amenaza para nadie y nadie. Es cómo "hopepunk" se convierte en una cosa. Pero para apreciar la asimilación del cyberpunk, mira cómo se presenta con sinceridad.
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El CD Projekt Red (CDPR), conocido por la serie de juegos Witcher, ha pasado seis años desarrollando lo que podría decirse que es el videojuego más esperado del momento, Cyberpunk 2077. Al igual que Gibson, Mike Pondsmith, creador del juego de rol original de lápiz y papel y colaborador en esta adaptación de su trabajo, su escritura ha sido absorbida por la ciencia ficción convencional. CDPR podría sobrevivir con ese legado de 31 años, pero insisten en que se toman su tiempo con Cyberpunk 2077 para crear una experiencia con una identidad política distinta que de alguna manera permita que los jugadores sigan siendo apolíticos. En cierto modo, esto refleja la reputación de CDPR como un negocio impulsado por la calidad que es pro-consumidor pero que ha alejado el talento al exigir que trabajen horas excesivas y promover una actitud hostil hacia los sindicatos. Esta cultura de la crisis es un problema en toda la industria.
Pronto veremos cómo se desarrolló Cyberpunk 2077. Lo que podemos inferir de sus opciones de diseño, como darle al protagonista V una chaqueta de cuello alto que se ve en la portada del libro de juegos de la 2ª edición de 1990, es que Cybperpunk 2077 será familiar. Altered Carbon y Ready Player One comparten este problema. Altered Carbon es tan derivado del cyberpunk de primera ola que es fácil olvidar que está basado en una novela del 2002. Ready Player One al menos tiene la cortesía de ser descarado en su amor por la cultura pop, orgulloso de proclamar que no hay nada más celebrado hoy que nuestra participación en las franquicias de medios sin tener en cuenta cómo podría ser un problema.
Lo que se sugiere, intencionalmente o no, es que la realidad contemporánea ha evitado las maquinaciones de los poderosos en un momento en que la tecnología es maravillosa, divertida y prolífica. Si tan solo tuviéramos tanta suerte.
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238 ciudades pasaron más de un año presionando a Amazon, una de las dos corporaciones de $ 1 billón en existencia, por el privilegio de albergar su nueva oficina. En noviembre se anunció que Amazon se expandiría a Crystal City, Virginia y Long Island City, Queens. Muchos neoyorquinos están indignados de que el mercado en línea más grande del mundo reciba $ 3 mil millones en subsidios, extenciones fiscales y subvenciones para perturbar aún más un mercado de vivienda que les quita más de lo que cualquier ciudad debería permitir. Algunos empleados de Amazon estaban tan entusiasmados de reubicarse que hicieron pagos iniciales en sus nuevos hogares antes de que la decisión se hiciera pública, diciéndoles a los desarrolladores de bienes raíces que preparen esta esquina de Nueva York para unos pocos miles de trasplantes. ¿Pero qué hay de la gente que ya está allí?
Long Island City es el hogar de Queensbridge Houses, el proyecto de vivienda más grande de los EE. UU. Construidos en 1939, estos dos edificios albergan a más de 6,000 personas con un ingreso promedio de $16,000. Eso está muy por debajo de los $54,000 para los residentes de Queens en general. Pero ninguno de los grupos está cerca del salario promedio de los 25,000 empleados que Amazon traerá, lo que superará los $150,000. ¿Cuántos de esos puestos ocuparán los locales? ¿Cuántos vendrán de Queensbridge?
En Queens se hablan más de 800 idiomas, lo que lo convierte en el lugar con mayor diversidad lingüística del mundo. Esos oradores diversos gastan más del 30% de sus ingresos en alquiler. Se arriesgan a que les den precios fuera de sus vecindarios. Algunos serán expulsados de la ciudad. ¿Ha considerado el gobernador Cuomo la amenaza que este acuerdo representa para las casas de las personas? ¿Se ha preparado el alcalde de Blasio para la inevitable deriva hacia otros condados una vez que los valores de propiedad aumentaron? En cuanto a Seattle y San Francisco, no hay razón para esperar que los gobiernos locales sean proactivos. Así que los neoyorquinos han tomado la lucha por su cuenta.
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El jefe de Amazon, Jeff Bezos, jugó con estos políticos. Él planteó la idea de que cualquier ciudad podría convertirse en el próximo Silicon Valley y ellos le creyeron. Suplicaron por su reconocimiento, entregaron datos de ciudadanos y tomaron parte en el ritual de $ 100 mil millones de subsidios a empresas de tecnología.
Fue todo para nada. Crystal City está a 20 minutos en automóvil de la casa de Bezos en Washington DC, donde Amazon continúa aumentando su gasto en cabilderos. Eso parecerá un viaje largo en comparación con el viaje en helicóptero desde Long Island City, el helipuerto para el cual está subsidiado por la ciudad, a Manhattan, la capital financiera y publicitaria del mundo, donde Bezos posee cuatro casas más.
La subasta por el favor de Bezos fue una farsa. Nueva York y Virginia le dan acceso regular a personas con poder de decisión, datos invaluables e instituciones que seguramente expandirán su imperio. Estas ciudades fueron siempre las únicas opciones serias.
Los planes de Amazon se leen como el inicio de una república corporativa, un tropo cyberpunk inspirado en las ciudades de la compañía. Los empleadores eran terratenientes, minoristas e incluso autoridades morales que trabajaban demasiado endeudadas para renunciar. Muchos tenían agentes de la ley y milicias a quienes llamar, además de las compañías de seguridad privadas que contrataron para romper huelgas laborales, investigar intentos de sindicalización y mantener un sentido de orden que resultó en masacres como Ludlow, Colorado.
Amazon es conocido por los abusos laborales, el monitoreo y la velocidad de seguimiento y la eficiencia en almacenes sin interrupciones en el baño, donde los empleados se han derrumbado por el agotamiento por calor. Venden servicios de reconocimiento facial no regulados a los departamentos de policía, sabiendo que identifica erróneamente a los sujetos debido a un sesgo de diseño inherente. Las empresas con un historial de abusos de privacidad tienen acceso ilimitado a sus dispositivos de seguridad. Controlan aproximadamente la mitad de todo el comercio electrónico en los EE. UU. Y, como descubrió Kashmir Hill de Gizmodo, es imposible vivir nuestras vidas sin encontrar los servicios web de Amazon.
No se necesita una mente creativa para imaginar una exposición similar que se atribuye a villanos corporativos como Cayman Global o Tai Yong Medical.
Recompensar a las corporaciones por su mal comportamiento es solo una de las formas en que el mundo se parece a una distopía ficticia. También tenemos que enfrentar un rápido deterioro ecológico e institucional que ajusta fraccionalmente nuestra confianza en la estabilidad, alimentando una ansiedad situacional persistente. Eso debería permitir conversaciones más amplias y audaces sobre el futuro, y algunos artistas lo han logrado.
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Keiichi Matsuda es el diseñador y director detrás de Hyper-Reality, un cortometraje que describe la realidad aumentada como un sueño febril que influye en el consumo, y muestra cómo liberarse y atemorizarse al ser separado de esa red. El cortometraje de Matsuda le llevó una invitación al Foro Económico Mundial en Davos para "hablar de verdad al poder". Lo que Matsuda presenció fue a ejecutivos y multimillonarios que prometían responsabilidad con camisetas y sostenibilidad mientras destruyen el medio ambiente como una audiencia de sus colegas y la prensa asintió y aplaudió "esta descarada hipocresía". Así que Matsuda llevó un puntal a su propia instalación.
Independencia significa que Matsuda decide cómo hablar sobre tecnología y capitalismo, y cómo separar su arte y negocio. También significa audiencias más pequeñas y menos producciones.
Sam Esmail en SXSW 2016 por Daniel Benavides
Sam Esmail usó una plataforma más visible para "llevar el cyberpunk a la televisión" con Mr. Robot. Al igual que el Reconocimiento de patrones como Gibson, el cyberpunk se ha rediseñado para el presente: post-cyberpunk. Esmail nunca duda en colocar a nuestros villanos en Mr. Robot. Enron es una influencia en los diseños de logotipos y tácticas de los cuerpos malvados. Google, Verizon y Facebook son denunciados por su complicidad con el gobierno federal al exponer los datos de los clientes. El edificio Long Lines de AT&T, un puesto de escucha de la NSA desde los años 70, desempeña el papel de un centro de datos corporativos que llega a todo el condado. Incluso los lugares de rodaje sirven de comentario.
Una inclinación anticapitalista recorre el Sr. Robot, exponiendo el sueño americano como una mentira y nuestro concepto de meritocracia como una herramienta para proteger a la oligarquía. Los piratas informáticos se ven, se sienten y se sienten diferentes de cualquier otro en la ficción porque están en contacto directo con un mundo de autoaislamiento y explotación, pero se atreven a esperar un futuro afectado por personas en lugar de comercio. Y Esmail de alguna manera maneja esto sin la interferencia de NBC.
Blade Runner obtendrá más vida como anime. Cowboy Bebop se unirá a Battle Angel Alita en acción en vivo. Altered Carbon está en proceso de deslizarse en una nueva manga. No hay escasez de avivamientos, remakes y repeticiones del pasado del cyberpunk en el camino. Obtendrán audiencias más grandes que un cortometraje sobre cómo someterse a algoritmos. Más sitios discutirán sus pros y sus contras que un enlace móvil con el nombre de Peter Kropotkin y Maria Nikiforova. Pero al ser descriptivo y prescriptivo, avanzar hacia el futuro y buscar una base segura en el presente acelerado, el trabajo de Matsuda y Esmail nos recuerda que el cyberpunk debe ser algo más que repetir lo que ya se ha dicho sobre los yuppies, Billy Idol y Apple IIc.
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Vivimos en un momento en que la impresión 3D es tan accesible que los refugiados pueden obtener prótesis como parte de la ayuda básica. Las personas obligadas a migrar debido a un ártico sin hielo dependerán de esa asistencia. O podríamos reducir las temperaturas y frenar el cambio climático rociando la atmósfera con sulfato, una opción que podría interrumpir la publicidad en órbita baja. Los sistemas de crédito social están uniendo a los gobiernos opresivos. Ir sin efectivo está alterando nuestras expectativas de los demás. Los jóvenes ganan tan poco que aprovechan las selfies desnudas para otorgar líneas de crédito escasas. La productividad y las constantes notificaciones son suficientes para llevar a algunos a una habitación cerrada, lejos de cualquier cosa con conexión a Internet. Deepfakes niega la privacidad de las mujeres, compromete su identidad y destruye cualquier sentido de seguridad a cambio de la pornografía. Las comunidades en línea están refinando esa misma tecnología, haciendo convincente el video falso, amenazando nuestro sentido de la realidad. Los investigadores pueden mantener nuestros recuerdos vivos en los robots de chat destilados de las redes sociales, pero los ricos nos sobrevivirán transfundiendo bolsas de sangre de adolescentes compradas a través de PayPal.
En un mundo que se siente cada vez más como ciencia ficción, es importante recordarnos que escribir sobre el futuro es escribir sobre el presente. Los artistas dignos de una audiencia deben ser incapaces de ver la vergüenza de la inspiración a su alrededor y rechazar la oportunidad de decir algo nuevo.
Autor:
Pattern Theory
(https://medium.com/@apatterntheory)
